El presidente de la Fundación El Libro imagina
la Feria de 2011
En el último día de la 36ª Feria del Libro de Buenos Aires, el presidente de la Fundación El Libro, Horacio García anticipó sin demasiadas precisiones cuáles son las perspectivas de cara al próximo año, cuando la ciudad de Buenos Aires ostentará el título de "Capital Mundial del Libro". “Va a coincidir con el lanzamiento de esa iniciativa, de la que ya dimos cuenta este año. También hablamos con el ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, pero todavía no precisamos demasiado”, señaló García.
Si bien la temática que regirá la feria recién se definirá entre agosto y septiembre próximos, García adelantó que en 2011 se verá una presencia más fuerte de otro tipo de soportes, como los e-books o libros electrónicos. “También tenemos que replantearnos el espacio y el uso del pabellón del que este año prescindimos”, agregó García respecto del achicamiento que este año sufrió la feria debido a la crisis financiera internacional.
El presidente de la Fundación El Libro aclaró que el formato de “lemas” –el de este año fue “Festejar con libros. 200 años de historias”- continuará aun a pesar de que la mayoría de las ferias internacionales se manejan con la modalidad de un país “invitado de honor”. “No nos convence el formato de tener un país invitado”, precisó García.
Ante la pregunta de si la próxima Feria de Frankfurt que tendrá a la Argentina como invitada de honor puede servir para promocionar la feria porteña, García fue tajante. “Frankfurt tiene importancia porque sitúa al país durante un año en el centro de la escena. Es importante sobre todo para los autores y para vender derechos. Sin embargo, a nosotros nos sirve como promoción, puede servir para citar algún escritor extranjero, para que visualice más a la Feria de Buenos Aires. Siempre estamos pendientes para ver qué podemos introducir. ¿Si le va a dar más brillo? No lo sé”, dijo.
Sí se mostró más seguro a la hora de asegurar que la Fundación intentará profundizar las jornadas para profesionales previas a la apertura del público, en las que coinciden libreros, editores, bibliotecarios y distribuidores de todo el mundo. “La idea es profundizar los contenidos –no los días- tratando de hacerlos lo más interesante posible y lo que interese en el momento, como el tema de las nuevas tecnologías”, señaló.
Por más que varios autores que no pudieron estar en esta feria garantizaron su presencia para la próxima edición, García prefirió evitar nombres. “Hay una lista de más de 20 que después reducimos. Es un viaje largo hasta Buenos Aires. Esta es la feria del fin del mundo como digo a veces”, terminó.
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